INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO
Es el tipo de infección más común que afecta al tracto urinario. La orina, es el líquido que los riñones filtran del torrente sanguíneo. La orina contiene sales y productos de desecho, pero normalmente no contiene bacterias. La ITU se puede producir cuando las bacterias entran a la vejiga o al riñón y se multiplican en la orina.
Hay tres tipos principales de ITU. Las bacterias que infectan sólo la uretra (el tubo corto que lleva la orina de la vejiga al exterior del cuerpo) causan uretritis. Las bacterias también pueden causar una infección de la vejiga, que se conoce como cistitis. Otro tipo más grave de ITU es la infección del riñón mismo, conocido como pielonefritis. A menudo las personas que sufren este tipo de ITU tienen dolor de espalda, fiebre alta, y vómitos.
El tipo más común de ITU, la infección de la vejiga, causa mayormente sólo molestia e inconveniencia. Las infecciones de la vejiga se pueden tratar rápida y fácilmente. Es importante obtener tratamiento inmediato para evitar que la infección llegue a los riñones y sea más grave.
SÍNTOMAS DE LA ITU:
Hay varios síntomas que se asocian con las ITU. Los síntomas de las infecciones de la vejiga pueden incluir:
- micción frecuente
- ardor o dolor al orinar
- la sensación de tener que orinar aun cuando en realidad no sale orina o sólo sale un poquito
- dolor en la parte inferior del abdomen
- dolor por encima del hueso púbico (en las mujeres)
- una sensación de tener el recto lleno (en los hombres)
- orina sanguinolenta o con mal olor
- fiebre leve
- una sensación general de temblor y fatiga
Una infección de riñón podría presentar síntomas más graves, incluyendo:
- fiebre alta
- escalofríos
- náuseas y vómitos
- dolor abdominal
- orina turbia o sanguinolenta
- dolor de espalda, justo encima de la cintura
Si tienes síntomas de infección del tracto urinario tendrás que ir al médico inmediatamente. Estos síntomas no desaparecerán si los ignoras - sólo empeorarán. Cuanto antes empieces tu tratamiento, menos molestia tendrás.
DIAGNÓSTICO:
TRATAMIENTO:
El tipo de antibióticos, la dosis y la duración de la terapia depende de varios factores:tipo de germen y su sensibilidad, velocidad de eliminación de la droga, su capacidad de erradicar o no bacterias acantonadas en vagina, seguridad y costo.
La duración del tratamiento ha sido muy discutida, pero por ahora existe acuerdo en lo siguiente:
- Si bien la terapia con dosis única es económica y prática no es recomendable. Esta contraindicada en embarazadas, diabéticas, inmunosuprimidas o en pacientes con alguna anormalidad de la vía urinaria, pues justamente allí su aplicación no erradica la infección. Además, es de menor eficacia que la terapia de tres o más días y suele ser mal tolerada e incluso causar vómitos. Estudios controlados, demuestras que la frecuencia de curación es baja y la recurrencia alta para antibióticos de rápida eliminación, especialmente en mujeres que ha posteriori resultaron tener una inspección alta o Escherichia coli acantonada en la secreción váginal.
- La terapia de tres días es la más recomendada. Su rendimiento es mejor que la dosis única y semejante al de tratamientos más prolongados. Los antibióticos más recomendados son cotrimoxazol y amoxicilina/ácido clavulínico. para cepas resistentes, conviene emplear cefalosporina o quinolonas.
- Los síntomas debieran reducirse en 48 horas; si eso no ocurre debe practicarse urocultivo. Es recomendable efectuar además, urocultivo de control.
- La terapia por siete o más días no agrega ventajas y en cambio aumenta los efectos secundarios (vaginitis micótica). Se recomienda reservarla para pacientes con factores de riesgo. No conocemos trabajos chilenos que comparen la duración del tratamiento.
- Se estima que un tercio de las cepas causantes de cistitis no complicada son resistentes a amoxicilina y sulfas, 15-20% son resistentes a nitrofurantoína y menos del 5% resisten a quinolonas. La resistencia al cotrimoxazol varía entre 5-15%. Cotrimoxazol y quinolonas erradican la E coli de la secreción vaginal, donde alcanza una alta concentración,lo que no consiguen nitrofurantoína y los betalactámicos.
PREVENCIÓN:
1. Beber al menos 1,5 litros de líquido al día, lo que favorece la eliminación de gérmenes por la orina.
2. Una higiene íntima adecuada, especialmente importante en mujeres, evitará la colonización de bacterias.
3. Orinar con frecuencia. El crecimiento bacteriano es mayor cuanto más tiempo permanece la orina en la vejiga.
4. Orinar antes y después de las relaciones sexuales. El coito aumenta las posibilidades de que las bacterias pasen a la uretra, y la micción favorece su eliminación.
5. Evitar permanecer con el bañador húmedo.
6. Usar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas. Las prendas realizadas con material sintético o la ropa estrecha favorece la proliferación de microbios, pues no permite la correcta transpiración.
7. Optar por duchas en vez de baños, y usar jabones neutros, que no alteren la flora protectora natural. El agua corriente evita la acumulación de bacterias que sí puede darse en una bañera.
8. Consumir arándanos con frecuencia, ayuda a mantener un pH ácido en la orina. Los productos ricos en vitamina C, como las naranjas, dificultan la adhesión de bacterias a la vejiga.
9. Evitar el uso de espermicidas y del diafragma, en mujeres con infecciones de repetición. El diafragma puede presionar la uretra y dificultar el vaciado de la vejiga.
10. Las personas que sufren con frecuencia infecciones urinarias pueden recibir un tratamiento profiláctico con antibióticos.
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